La palabra educación proviene del sustantivo latino educatio, -ōnis, a su vez asociado con los verbos ēdūcere, que tiene los sentidos de educar, sacar adelante, criar o nutrir, y ēdūcāre, que significa conducir, llevar o guiar.
Esta doble relación de origen se ve reflejada en los matices de significado del término.
En la actualidad, el sustantivo femenino educación hace referencia al proceso y al resultado de educar, a la formación de niños y jóvenes durante su crianza, a la escolaridad o instrucción que brindan docentes e instituciones y, por último, a la cortesía y buenos modales.
Por ejemplo
- Los especialistas en educación inicial instalaron su congreso.
- Las universidades son evaluadas por la calidad de su educación.
- La educación más importante es la que brinda el hogar.
- A causa de la pobreza muchos niños no pueden completar su educación media.
- Las empresas quieren contratar personal con educación especializada.
- No saludar es de pésima educación.
- Los vendedores de esa tienda atienden con mucha educación y simpatía.
Considerado en su morfología, el vocablo educación se forma mediante la adición de la terminación o sufijo [-ción] a la raíz o lexema [educa-]. Ese sufijo aporta, precisamente, la noción de acción y efecto en el significado.
La misma raíz verbal deriva en otras palabras de la misma familia como, entre otras, educador, educadora, educativo y educacional.