Tipos de sustantivos

Tomás Muriel
Tomás Muriel
Filólogo y profesor de español. Doctorando en Estudios Lingüísticos y Literarios.

El sustantivo o nombre es la clase de palabra que utilizamos para designar entidades físicas (casa, perro, mar) y abstractas (cansancio, felicidad, simpatía).

Dependiendo de la naturaleza y propiedades de la realidad designada (colectividad, si son animados, si se pueden contar, etc.), podemos establecer diez tipos diferentes.

Veamos cuáles son y en qué consiste cada uno de ellos.

Propios y comunes

Los nombres propios son los que se utilizan para diferenciar la realidad designada de las demás de su clase o especie. Por ejemplo, el nombre propio Atlántico sirve para diferenciar este océano de los demás. La primera letra de los nombres propios se escribe en mayúscula.

Más ejemplos: María, América, Quito, Amazonas, Italia, Marte, Juan, Universidad Nacional, Beatles, México, Argelia, París, Luna, Orinoco, Alaska...

  • Juana es la tía de Damián.
  • Viajó a China el mes pasado y visitó Pekín.
  • El Arauca pasa por Colombia y Venezuela.

Los nombres comunes hacen referencia a entidades generales, en donde no destacamos ningún elemento. Estos nombres se escriben en minúscula.

Más ejemplos: casa, gato, computadora, botella, árbol, mar, continente, colegio, carro, ventana, cuadro, museo, pez, manzana, bebida...

  • Cambió las cortinas del salón.
  • Tiene una moto muy rápida y bonita.
  • Las alpacas son animales muy graciosos.

Contables e incontables

Los sustantivos contables son los que podemos contar o numerar, como dos casas, seis personas o cuatro sillas.

Más ejemplos: personas, montañas, animales, celulares, ratones, vasos, hojas, libros, puerta, río, nubes, sábana, jirafa, bebé, motor...

  • Hay dos perros en el parque.
  • María tiene más de cien libros en su casa.
  • Se ha comprado dos pares de zapatos.

Los sustantivos incontables no se pueden contar, pero sí medir, como un litro de agua, un kilo de arroz o mucha arena.

Más ejemplos: cariño, leche, cansancio, combustible, gas, sal, entusiasmo, hambre, felicidad, vino, tequila, grava, cemento, aire, viento...

  • Demostró mucho amor por los animales.
  • En la botella hay casi un litro de ron.
  • Hubo muy poca lluvia en esa región.

Concretos y abstractos

Usamos los sustantivos concretos para realidades que se pueden tocar, como piedra, agua o animal.

Más ejemplos: mesa, jabón, espejo, árbol, papel, computadora, cuadro, zapatos, arena, gato, leche, filete, lámpara, gasolina, avión, juguete, collar, colonia...

  • El cuaderno está sobre la mesa.
  • Dejó sus patines al lado de la cómoda.
  • Acariciaba a su perro mientras le ponía comida.

Los sustantivos abstractos los usamos para cosas que no se pueden tocar, como favor, voluntad o hambre.

Más ejemplos: fuerza, debilidad, autonomía, orgullo, ganas, intención, recelo, envidia, sabiduría, pereza, inteligencia, prosperidad...

  • El cansancio venció al ciclista.
  • En sus ojos se notaba la tristeza.
  • Guarda sus recuerdos con mucho celo.

Individuales y colectivos

Los sustantivos individuales hacen referencia a personas o cosas de manera individual, como manzana o lobo.

Más ejemplos: oveja, cabra, arroz, plato, cerdo, perro, álamo, roble, manzano, naranjo, pino, soldado...

  • El músico ejecutó magistralmente la pieza.
  • Puso en el lavavajillas la cuchara, el cuchillo y el tenedor.
  • Rompió sin querer el cristal de la ventana.

Los colectivos se refieren a un grupo formado por elementos de la misma especie o clase, como robledal (conjunto de robles), piara (conjunto de cerdos) o profesorado (conjunto de profesores).

Más ejemplos: rebaño, piara, jauría, clero, alumnado, humanidad, vajilla, ejército, equipo...

  • La orquesta ejecutó magistralmente la pieza.
  • Puso en el lavavajillas la cubertería.
  • Rompió sin querer la cristalería del ventanal.

Animados e inanimados

Los nombres animados los usamos para referirnos a seres vivos. Por lo general, los seres vivos tenemos sexo masculino o femenino, de modo que los distinguimos mediante la terminación (gato/gata, actor/actriz) o por otra palabra diferente (hombre/mujer, caballo/yegua).

Respecto al género, debemos puntualizar que:

  • Hay sustantivos comunes en cuanto al género. Los distinguimos mediante el artículo y el adjetivo (el artista/la artista, La dentista está cansada/El dentista está cansado). Son comunes atleta, futbolista, portavoz, oculista, trapecista, maquinista...
  • Los sustantivos epicenos utilizan un mismo género para los dos sexos. Es decir, la distinción entre masculino y femenino se hace, si es posible, añadiendo "macho o hembra" o similares: La araña macho/la araña hembra, La víctima es un hombre/La víctima es una mujer. Son epicenos jirafa, persona, gorila, bebé, pantera...

Más ejemplos de sustantivos animados: pájaro, pianista, niña, hormiga, cóndor, león, buitre, tiburón, policía, mosquito, médico, piloto...

  • La directora de la empresa mejoró las condiciones salariales.
  • Las abejas buscaban las flores.
  • El gallo despertó a los granjeros.

Los nombres inanimados los usamos para nombrar entidades no vivas, como piedra o puerta.

Más ejemplos: coche, espejo, lápiz, botella, camisa, camino, cuadro, libro, bombilla, grifo, alfombra, cobija...

  • Se puso unos zapatos blancos.
  • Se encontró unas llaves en el suelo.
  • Mañana vamos al aeropuerto.

Vea también:

Cómo citar: Muriel, Tomás (s.f.). "Tipos de sustantivos: cuáles son y ejemplos". En: Diccionariodedudas.com. Disponible en: https://www.diccionariodedudas.com/tipos-de-sustantivos/ Consultado:
Tomás Muriel
Graduado en Lengua y Literatura Españolas (UNED) y Máster en Formación de Profesores de Español como Segunda Lengua (UNED/Instituto Cervantes). Profesor de Español como Lengua Extranjera (ELE), traductor y escritor, actualmente realizando un doctorado en Literatura Medieval.