Saber y conocer no siempre son palabras intercambiables, si bien pueden emplearse como sinónimos en algunos casos.
Sabemos aquello que conocemos a profundidad, que entendemos en cada uno de sus aspectos. Sabemos de una ciencia, de una materia de estudio, de una técnica o método, de un fenómeno.
En cambio, conocemos un lugar o a una persona, un hecho o una situación.
A continuación te explicamos cómo usar cada uno de estos verbos.
Cuándo usar saber
Saber es un verbo; significa conocer algo, tener noticia de alguna cosa o entender un asunto o materia en profundidad.
Aunque saber implica conocer, ambas palabras se diferencian en que saber supone un conocimiento profundo del tema o cuestión, es decir, la comprensión no solo del qué, sino también del cómo y por qué de cada cosa.
Por ejemplo:
- Supe que mañana vendrá el presidente.
- Alejandro no sabía programar tan bien como Manuel.
- Sé todo sobre la historia de mi país.
- No sé cómo resolver ese asunto.
- Sonia sabe inglés como una hablante nativa.
Cuándo usar conocer
Conocer es un verbo; significa estar enterado de algo, tener noción, idea o constancia de alguna cosa. Conocemos una situación, un evento, un hecho, un lugar o a una persona.
Por ejemplo:
- Conocí Viena en verano.
- Conozco a Luis de toda la vida y pondría las manos en el fuego por él.
- No conocemos la agenda del día todavía.
- Mi jefe no conoce mi situación económica.